INTRODUCCIÓN
El autor de este libro nos propone la forma en que debemos actuar en nuestra vida para poder tener un parecido a lo que era Jesús o la forma en que el actuó durante sus 33 años de vida, tiene también enseñanzas que en cierta medida nos ayudan a entender porque se permiten que pasen algunas cosas en nuestras vidas. “Dios permite las cosas para el bien de los que lo aman” Rom. 8:28.
La imitación de Cristo me pareció un libro muy interesante, ya que ayuda a tener una mejor manera de vivir y poder imitar a nuestro Señor. A medida que iba aumentando en los capítulos, estos me dejaban diversas enseñanzas, considero que hay un mensaje para cada persona porque estas hablan según las cosas que se hayan un cometido a lo largo de nuestra vida, buenas o malas, seremos juzgados por lo que hayamos hecho aquí.
Una frase que me llamo mucho la atención en el tercer capítulo: “quien descansa tranquilo en Dios tiene firme su corazón, y para el todas las cosas se resumen en una sola: tener contento al Señor” esta frase me hizo entender que la mejor forma de mantener contento al Señor es haciendo la Voluntad de Él, podemos pedirle muchas cosas pero si tiene otras cosas preparadas para nosotros o simplemente lo que le estamos pidiendo no nos sirve para la salvación de nuestra alma eso que tanto pedimos no nos sucederá, recalco mucho esta frase que desde que la escuche se me quedo grabada, “mis planes no son tus planes” (Isaias 55;8), y aunque en el momento de la prueba no lo veamos así, luego nos daremos cuenta porque las cosas no se dieron como queríamos, tenia mejores cosas para nosotros.
Muchas veces somos probados con tribulaciones y tentaciones, pero es allí es donde nos damos cuenta si nuestro crecimiento espiritual ha sido verdadero, teniendo paciencia y fortaleza en esos momentos, pero no con nuestra fuerza podemos salir victoriosos de estas tribulaciones y tentaciones si no que necesitamos la fuerza y el poder de Dios, “sin Mí nada podéis hacer”. (Juan 15;5).
Debemos tener cuidado de tener conversaciones mundanas aunque sean sin mala voluntad, porque estas nos hacen mucho mal y al haberlas tenido se nos tendrán en cuenta el día del juicio, más bien lo que debemos hacer es procurar tener conversaciones piadosas acerca de temas espirituales que nos ayudan mucho a la perfección y aun mas cuando son muchos que comparten los mismos ideales y se reúnan en nombre de Dios. “cuando dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos”. (Mateo 18;20).
Debemos tener cuidado de no apegarnos a las cosas del mundo pues esto no nos servirá de nada para nuestra salvación, porque cuando el cuerpo muere todas estas cosas no se irán con nosotros y de que nos habrá servido fundirnos en ellas o en tener muchos amigos que al final ya ni se acordaran de nosotros? Debemos tener fijos nuestros ojos en Dios y solo agradarle a Él, si Él fue abandonado en el momento que lo insultaban, que podemos esperar nosotros de las personas que están a nuestro lado?, es por esto que solo debemos enfocar toda nuestra vida en agradarlo solamente a Él, y no poner nuestra mente y todo lo que queremos en cosas mundanas, porque como se dice “donde está tu tesoro, allá esta tu corazón” (Mateo 6,20). Lo que más debemos hacer es buscar la amistad y los consuelos de Dios y renunciar a los del mundo pues algún día nos tendremos que separar de ellos. Jesús decía que quien no renunciaba a sus padres, esposo o hijos por Él, no era digno de Él.(Mateo 10,32).
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Debemos procurar tener paz en nuestro corazón, mientras nosotros no estemos en paz con nosotros mismos no podemos estar en paz con los demás, recalcando una cita bíblica del Evangelio de Mateo: “dichosos los que buscan la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios” (Mateo 5;9), y aquí nos podemos dar cuenta que hay partes del libro en donde lo que dice tiene cierta relación con las charlas realizadas en el Taller de Vida en El Espíritu. Las personas que a pesar de las dificultades saben vivir en paz y sufren todo con paciencia tendrán una paz mucho más profunda, citando la siguiente cita, “dichosos los que saben sufrir con paciencia porque ellos heredaran la tierra”. (Mateo 5,5).
Agradecer siempre es importante pues las cosas buenas que nos suceden y por las gracias que hemos recibido de parte de Dios. Darle a Dios lo que es de Él y quedarnos con lo que es nuestro, que lo único que nos pertenece es el pecado.
Si agradecemos por las cosas pequeñas cosas que se nos dan, recibiremos cosas y dones más grandes, incluso las adversidades que nos sucedan debemos agradecer y soportarlos con paciencia porque todo lo que Dios permite que nos suceda es para nuestro bien y aunque se nos sea difícil si no sabemos comprender las cosas celestiales si no somos capaces de aceptar todo las cosas que se nos presenten.
El Señor nos da la fortaleza, pero debemos escuchar sus palabras y no endurecer nuestro corazón, debemos escucharlo a Él pues las cosas que nos promete y que nos da quedaran para siempre, mientras que si escuchamos a las personas y todos los bienes materiales que nos da el mundo, estas cosas muy pronto se acabaran, como podemos esforzarnos por conseguir estos bienes del mundo y no lo que Dios nos quiere regalar aun sabiendo que estas no tendrán fin?
Si no se vive sinceramente en la presencia de Dios, teniendo curiosidad por los misterios de Dios y teniendo orgullo, les será más difícil llevar a cargo las adversidades y terribles tentaciones porque Dios está molesto con estas personas, como dice en Santiago, “Dios humilla a los orgullosos y a los humildes los llena de bienes”. (Santiago 4;6)
A pesar de los malos pensamientos que tengamos, no debemos preocuparnos si no lo que debemos hacer es preocuparnos por mantenernos en gracia y tener la intención de agradar a Dios en todo. Muchas veces nos veremos atacados por nuestro enemigo para que no podamos cumplir los deseos o las buenas intenciones que tengamos y hacernos abandonar la piedad, y alejarnos de la oración y no poder contemplar la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo, pero no le debemos hacer caso aunque cada vez nos veamos mas atacados, si caemos porque somos débiles con mayor razón y con más fuerza y teniendo paciencia por estas cosas para no caer en la concupiscencia y cometamos cosas que lo único que lograremos es ofender mas a Dios, tenemos que concentrarnos más que todo es en levantarnos pensando en que Dios nos va a dar una bendición mucho más grande, teniendo cuidado de vanagloriarnos por las gracias y bendiciones que recibimos.
Cuando se inicia en los caminos de Dios y no se deja guiar por personas que ya tienen más experiencia, es posible que nos perdamos del camino si pretendemos seguir a nuestro propio parecer podemos llegar a consecuencias muy peligrosas, es por esto que debemos dejarnos guiar a caer en cuenta de que no podemos con nuestras propias alas, sino que debemos tener las alas de Dios, que es el que nos da la fortaleza para seguir. No debemos creernos orgullosos porque saber algunas cosas, es mejor ser humilde y saber poco, que ser orgulloso y tener mucha sabiduría.
CONCLUSIONES
- Para poder tener una mejor imitación a lo que hizo Cristo durante su vida, debemos tratar de cumplir todo lo que nos dice Dios atraves de su palabra y hacer las cosas bien, aunque nos veamos atacados o suframos muchas adversidades, debemos hacer las cosas bien para poder salvar nuestra alma.
- Tratar de alejarnos de las cosas del mundo es lo mejor que podemos hacer, pues tener conversaciones o hacer actividades que llevaran a que nos alejemos de lo que Dios quiere para nosotros nos alejara también de podernos alejar del Cielo.
- Nuestro único tesoro tiene que estar puesto en el Cielo, haciendo cosas buenas aquí en la tierra para ganarnos eso que Dios tiene preparado para las personas que lo siguen y hacen la Voluntad de Él.
ESCRITO POR DANIELA GOMEZ SUAREZ
